¡Hola! qué tal, fervientes amantes del aguacate y el blockchain. 

En esta entrada del blog, vamos a tratar qué es el blockchain y para qué sirve.

El blockchain (cadena de bloques), es una tecnología revolucionaria que propone un nuevo paradigma en la forma en la que se almacenan los datos, permitiendo distribuir, codificar y descentralizar la información gracias al reparto de la misma que se produce entre millones de ordenadores de usuarios por todo el mundo, llamados nodos independientes. Dichos ordenadores (nodos), son los encargados de llevar a cabo el registro y la validación de la información de manera anónima, evitando que dicha información sea modificada o borrada por un tercero que estuviera interesado. 

Como vemos, el fundamento del blockchain, es el consenso que se produce entre todos y cada uno de los ordenadores que forman parte de la red al compartir la misma información y aceptarla como válida, prescindiendo de esta manera de intermediarios que hasta el momento garantizaban la veracidad de la información.

Explicado con un símil del mundo real, blockchain podría asemejarse a un libro contable que empleara una compañía para dejar constancia de todas sus compras y ventas en los mercados. Dicho libro contable, estaría estrechamente conectado con el resto de libros contables de las demás compañías, y si finalmente coincidieran los registros de compra y venta entre compañías, se daría oficialidad a los mismos y se convertiría en una información veraz y cifrada donde no haría falta ningún regulador que avalara y validara dicha información.

Otros ejemplos del uso del blockchain que se están instaurando en diversas industrias en nuestros días, se ven reflejados sobre las mejoras de la eficiencia de las cadenas de suministro en industrias como el sector alimentario (donde puede reducirse el desperdicio de alimentos), del automóvil (donde se monitoriza la calidad de los elementos durante la etapa de producción), de la banca (donde se están reduciendo los costes y aumentando la rapidez de los pagos comerciales), de la logística (donde se ubican los artículos en tiempo real, gracias a la precisión de la identificación digital), del hospitalario (donde los pacientes protegen el poder acceder a sus diagnósticos a través del blockchain).

Por último y no por ello menos importante, el blockchain (cadena de bloques), es la tecnología responsable de la aparición de las criptomonedas en 2009, estando Bitcoin a la cabeza por relevancia e importancia entre los usuarios de este tipo de criptografía. Además, los beneficios del blockchain no se quedan aquí, ya que también crea otros tipos de representaciones de valor, como son los llamados tokens, que son unidades de valor que las empresas crean para que sus usuarios puedan interactuar con sus productos (por ejemplo un centro comercial donde puedes adquirir sus propios tokens y luego puedes utilizarlos en sus tiendas para pagar).

Sin ninguna duda y como hemos visto, el futuro del blockchain promete buenas perspectivas, al igual que el de las criptomonedas, debido a su estrecha relación y dependencia.

¡Que la fuerza del oro verde os guíe!